Retiro de autorreparación en la selva. Solsticio de verano.

Solticio de Verano en Surucuá Reserva & Ecolodge. Retiro de autorreparación en la selva.

Sabíamos que era una fecha difícil para organizar un retiro, pero los ciclos naturales suceden sí o sí, no esperan, y no hay dos iguales, porque cambiar es natural y la naturaleza no entiende de navidades, si de renacimiento y es hermoso que todos tengan planes con su clan, lo que mejor le hace al corazón, al intestino delgado, al pericardio y al triple recalentador, los meridianos activos en el verano natural, que empieza los primeros días de noviembre y termina los primeros días de febrero.

Nosotros estuvimos igual en el Retiro de Autorreparación en la Selva, porque para dar hay que tener y seguimos autorreparando. También para ver al sol en el horizonte al atardecer, sobre la margen oeste del río Iguazú, unos kilómetros antes de caer por las cataratas, sobre el pedacito de selva paranaense que sigue intacta, lo más al sur del planeta que puede, marcando el solsticio, la cúspide del verano, el día más yang del año, que fue compartido, entre el 19 y el 20 de diciembre, en este año calendario 2025.

Aprovechamos para descansar, re-conectar, re-cordar y re-conocer.

Sentimos la selva a pleno, el calor refrescado por la transpiración y por el agua que corre veloz del río. Comimos moras nativas y los últimos guabirás, y hasta un delicioso mamón recién cosechado.

Sentimos, percibimos y compartimos el poder de la naturaleza.

Una yaguareté que andaba por la zona con su cachorro, nos saludó con un rugido imponente que lo sentimos como un premio y nos llenó el alma; y un colibrí de preciosa corona azul violáceoa, nos observó laaargo. Poder y sutileza, con la misma fortaleza, lo mismo que se siente frente a un palo rosa y un palmito. Yin y yang expresados en nuestra tierra guaraní, igual que adentro de nuestros cuerpos y nuestras almas.

Sentimos a los tapicurús y a los bailarines blancos, entre otros habitantes nativos de esa tierra cargada de vida, claaro, también a los mosquitoss, menos que en la primavera, hay que decirlo, pero entre el abanico de hoja de carandai, la pantalla, como le decía mi abuela y los repelentes naturales, nos respetamos los espacios.

muy sugerente la forma que dibujó la naturaleza, como un ser uniendo todos los elementos, tierra, agua, aire, luz, vegetación y la miríada de vida que se mueve entre medio..

La gratitud de poder estar en un lugar taaaan exuberante, gracias a que es cuidado y preservado, y la tristeza de la selva de alrededor que se pierde a velocidad espeluznante bajo las torpes máquinas y el veneno liviano y fatídico en mano de los hombres tontos que no saben ver el tremendo valor de la tierra en la que viven, todos, desde los habitantes hasta los del gobierno, sistema innecesario, que solo planea dinero seguido de muerte inventado por un sistema que no existe.

A cada paso se percibe la perfección matemática y cuántica de la naturaleza.

En el otoño volveremos a estar en el mismo lugar para observar la puesta del sol, y los convocamos a todos los que se quedaron con ganas porque llegaba la navidad, para autorreparar, descansar, conectar, recordar y reconocer en esta experiencia que nos toca vivir,

Y de paso, sin querer queriendo, colaborar para que la selva siga en pie, llena de vida y posibilidades.

No podemos dar si no tenemos.

Repararnos entendiendo los ciclos naturales internos y externos y acompasarlos, es la mejor manera de vivir bien creando una vida buena, real, sanos.

El mborebí caá que en la primavera estaba lleno de flores azules ahora las reemplazan sus frutos.

El solsticio de verano es el tiempo del elemento fuego, del calor, del sol, lo sentimos y lo disfrutamos hasta la médula y les compartimos. Es el tiempo de los frutos y los cachorros de todas las especies.

Laura de Pura Energía y Laura de Surucuá Reserva & Ecolodge

Ya se puede reservar el lugar para el Retiro de autorreparación en la selva en el equinoccio de otoño al 3764 371046.

Además de estar viviendo todos un tiempo astrológico muy especial, con toda la energía cósmica dispuesta para crear el mundo que todos queremos, en colaboración, sin competencias, con conciencia, conocimiento, no copiando y pegando, naturalmente, con verdadero poder, el que es innato del hombre, sin importar su género y con consciencia, sabiendo que estamos vivos.

los esperamos, siendo y haciendo donde están nuestros pies.

yo soy laura

hombre natural y vivo

mujer soberana