Sobre Nosotros

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TRATAMOS CON MEDICINA CHINA EN LA TIERRA GUARANÍ

La medicina en el mundo tiene en común el cuerpo humano. En el mundo hay muchas formas de practicar la medicina. En occidente, la llamada medicina occidental, alopática, mecanicista, química e intervencionista es la medicina que conocemos. En oriente, hay dos que sobresalen: la medicina hindú, el ayurveda, y la medicina china, de China, Corea, Japón, cada país con sus particularidades.

Forman parte de las medicinas tradicionales, las que son propias de cada lugar desde hace milenios. Cada medicina es un paradigma diferente, sobre todo porque está inmersa en una cultura diferente. Es difícil mezclarlas, aunque si pueden colaborar entre ellas en determinadas circunstancias que deben ser bien definidas.

En América toda, el proceso de colonización modificó todo, en el afán de transformar estas tierras desconocidas, diferentes y a primera vista caótica, para hacerla parecer lo más posible a las tierras de origen, sobre todo europeas. Ese proceso en algunos lugares como México y Brasil ya lleva 500 años y en otros, como en Misiones y sus alrededores, 400 años con los jesuitas. Y una última oleada de cambio significativo que lleva poco más o poco menos que 100 años, que a su vez se pueden separar en dos tiempos, antes y después de 1976, 1977 (aún lo recuerdo). Hasta entonces, los colonos y sus descendientes aprendían de los locales los recursos para sobrevivir a las inclemencias de la selva, que sumados a sus conocimientos natales, lograron incorporar muchas buenas prácticas a su alimentación, medicina y agricultura. Claro que no eran compatibles con la producción de grandes extensiones. Los médicos también eran diferentes.

A partir de esos años la industria química inició su ingreso con mucha fuerza desestimando todas las prácticas naturales en la medicina y en los alimentos, empezaron a ingresar los elaborados, conservados, envasados de otros lugares también con un alto contenido químico. Lo mismo sucedió con los cultivos y el uso de herbicidas y fertilizantes.

Misiones está inmersa en lo que fuera la tierra Guaraní, una amplia región que abarca Brasil, Paraguay y el norte de Argentina. De entre ellos sobrevivió la etnia Mbyá, que según su propia definición quiere decir Pueblo Feliz, también los definía así el investigador Moisés Bertoni. Paraguay fue un pueblo más celoso de sus costumbres y sus pertenencias. Sus descendientes supieron atesorar la sabiduría antigua, tanto que hasta hoy nos llega el principio que se aplica a la comida, la bebida, la enfermedad y la medicina, asociada tanto al interior como al exterior del ser humano, que es, si es fría o caliente. El mismo principio que rige la Medicina China, el yin y el yang.

Hay teorías que afirman que ambos pueblos tienen un origen común. Uno de nuestros objetivos es investigarlo. Con esta costumbre vivida en casa, es más fácil comprender la medicina china.

El Dr. Carlos Nogueira Pérez es nuestro maestro y referente. De él aprendimos y pusimos en práctica sus enseñanzas con resultados más que satisfactorios, recuperando personas y sobre todo niños para los que la medicina convencional ya no tenía respuestas. Ese es el respaldo de nuestra escuela, 24 años de práctica, de experiencia y de formación internacional en Medicina China.

Nuestro espacio está acreditado por la Fundación Europea de Medicina China y es miembro de la PEFOTS, The Pan European Federation of TCM Societies. La escuela imparte conocimientos que no solo se traducirán en una salida laboral con mucho futuro, sino cambiará el paradigma de la vida de quien estudie. Podrá entender los procesos biológicos basados en los procesos energéticos.

Para la medicina china somos un todo con la naturaleza, somos naturaleza. La Medicina China es una medicina natural muy bien fundamentada y contamos con un alto nivel de formación y experiencia. Recuperar el conocimiento ancestral del uso de nuestra selva para curar y para comer es algo que nos ocupa a diario y generamos actividades como charlas, conferencias, cenas y encuentros.

Tratar con Acupuntura Bioenergética y Moxibustión, con todos sus recursos y las hierbas Guaraníes son nuestra actividad diaria. Las etnomedicinas China y Guaraní son los ejes de nuestra labor de aprendizaje e investigación.

Uno de los principios de la Medicina China dice: en tu tierra crece tu alimento y tu medicina.

Acreditaciones y Convenios

El Espacio Pura Energía está acreditado por la Fundación Europea de Medicina Tradicional China: Certificado N° 12232

Tutor de Prácticas de:

Docente autorizada por  http://www.cemetcinternacional.com/

Miembro de Practitioners Registers. Número de Registro: 11503-2649

En convenio de Colaboración con

 

 

S T A F F

Laura Noemí Montanía

Docente y Terapeuta de Acupuntura Bioenergética y Moxibustión

Maestra Reiki

Técnica en Kinesia Psicosomática

Permacultora y Naturalista

Investigadora autodidacta

 

Mi historia y porque me dedico a la Medicina China

Mi nombre es Laura Noemí Montanía, hija de una brasileña descendiente de alemanes e italianos y un paraguayo descendiente de italianos y guaraníes. De ambos aprendí, de sus luces y sombras y generé mis propias luces y sombras, todas con el afán de crecer y evolucionar.
De mi madre aprendí el orden y búsqueda de la excelencia, así como la mirada mística en todo lo que nos rodea. De mi padre, la conexión con la naturaleza, la capacidad de observar y el volver a levantarme cada vez que me caigo, el poder del silencio. Los dos me enseñaron a comer sano y a buscar alimentos que sean bien producidos. De mi abuela el uso de las plantas medicinales.
Nací en la hermosa y florida ciudad de Montecarlo, donde es fácil escuchar tanto el guaraní como el alemán. Hoy vivo en las afueras de la ciudad de Posadas, en un lugar que se asemeja a un campo autóctono y selva, que fui plantando y dejando crecer.
Desde niña deseaba ayudar a las personas a estar bien pero no quería ser médico. Siempre me gustaron las cosas novedosas y de vanguardia, que al final resultan ser las más viejas, porque es sabiduría que renace, como la medicina china.
Cuando tuve que decidir qué carrera seguir, elegí licenciatura en Genética, porque me parecía que podía acercarme a un mundo mejor. Estudié tres años junto al profesorado de Biología, carrera que se hacía a la par. Paralelamente, con un grupo de amigos también utópicos, formamos parte del Capítulo Misiones de la Fundación Vida Silvestre Argentina, aprendimos de Misiones y su monte de la mano de Juan Carlos Chebez.
En la facultad aprendí a investigar, a mirar lo que nos rodea desde el microscopio y desde el conocimiento. También aprendí de la soberbia de la ciencia que desmedra el conocimiento de la vida común, que se adquiere por solo transitarla. Aprendí de lo sectorizada que está, de lo mucho que le cuesta ver el todo.
Antes que nazca mi tercer hijo una amiga me invitó a viajar a Rosario a estudiar digitopuntura, una de las técnicas de la Medicina China. Lo hicimos durante dos años. Mi hijo más chico me acompañó en la panza y en los primeros meses de vida, así pude darle de mamar y no despegarme en ese primer tiempo.
Me volví autodidacta en muchos aspectos y sigo estudiando, actualmente un máster en fitoterapia china, mientras, aprendí a resolver los problemas que la vida presenta a diario. Leía todo lo que encontraba de medicina china, además de otras cosas como Kinesia Psicosomática, fue muy valioso el aprendizaje. Poder leer el cuerpo fue muy bueno, lo hice de la mano de la kinesióloga Susana Bergman, quien falleció en 2013.
Mi gran maestro es el doctor Carlos Nogueira Pérez, discípulo y colega del doctor Van Ghni, eminencias y líderes en el campo de la Medicina China en Europa. Al tomar clases con él, para mi sorpresa y alegría, su manera de trabajar era similar a la que yo había desarrollado con mis pacientes, una manera muy humana y comprometida con cada uno.
Después fue seguirlo, acceder al máster en Acupuntura Bioenergética y Moxibustión y asistir a cada seminario que impartió en Córdoba, Florianópolis, Buenos Aires y San Pablo hasta ser docente reconocida del CEMETC de España y finalmente doctor Honoris Causa de la UNIBE de México.
En el camino intenté estudiar con otros profesores, pero la práctica en el consultorio me devolvía a mi maestro, que desde 1994, nunca dejó de funcionar y las satisfacciones son mayúsculas. Logré resolver casos muy difíciles, muchos en niños con diagnósticos y pronósticos terribles, utilizando solo agujas, moxa y sabiduría tradicional China y Guaraní.
En 2.017 hice una pasantía en Cuba donde pude experimentar como es la realidad de ese país y pude ver lo que no quiero que suceda con la Medicina China en nuestro país. No quiero que sea usada como una aspirina cuando puede ser una gran alternativa o un gran complemento.
Aprendí que la Medicina China no es para todos, muchos no ven resultados. Es que el proceso de sanar, desde este paradigma, es volver tras los pasos de la enfermedad. Eso lleva tiempo y constancia, además requiere de la colaboración del paciente que debe aportar con su actitud emocional y dietética. En muchos casos hasta es necesario cambios importantes, como el lugar de la casa o el trabajo para activar la capacidad de autorreparación que tienen los organismos.
Lo más difícil de tratar es la intoxicación con química, proveniente tanto de la agricultura, como de la farmacia o de fábricas y de las mentes adoquinadas. Los medicamentos bien prescriptos en el momento y la medida justa son invaluables.
La cantidad de personas que buscan atenderse con Medicina China hizo que procurara una escuela, en el 2.018 finalizaron sus estudios los alumnos de la primera promoción. En la escuela de Pura Energía se aprende a diagnosticar y tratar exclusivamente con la medicina oriental. La necesidad de tratamiento occidental es derivada a médicos que practican la medicina occidental. Ambas medicinas son como dos caras de una misma moneda, aunque se puede usar los conocimientos de la medicina china como una técnica al servicio de la medicina occidental. Un verdadero tratamiento parte de conceptos totalmente distintos.
La gran fuente de aprendizaje fueron las personas que me confiaron sus desarmonías, como también las mías que me forjaron en este camino que parte del amor y la gran experiencia de VIVIR.

 

Andrea Inés Nuñez

Especialista en Acupuntura Bioenergética y Moxibustión recibida en la escuela del Espacio Pura Energía.

Andrea es parte del equipo del Espacio Pura Energía desde el año 2016. Al principio mientras estudiaba la carrera y luego como colega. Excelente discípula. Aprendió a la par y atiende a los actientes a la par y con la misma excelencia.

 

Paula Lorena Martínez

Desde el 2018 Paula forma parte del equipo del Espacio Pura Energía administrando y recibiendo a los actientes y estudiantes a la manera que los que nos conocen saben.

Andrea Nuñez, Laura Montanía y Paula Martínez, el equipo de Pura Energía.
El equipo de excelencia del Espacio Pura Energía a Pura Energía